Introducción
La ablactación, o introducción de alimentos complementarios, es un proceso importante y a menudo controversial en el desarrollo infantil, ya que implica satisfacer las crecientes necesidades nutricionales del niño al tiempo que se considera el papel fundamental de la leche materna. Durante los primeros seis meses, la leche materna cubre todos los requerimientos, pero a medida que el bebé crece, es necesario agregar alimentos que complementen esta nutrición y aporten los nutrientes faltantes.
Este proceso se lleva a cabo en etapas: desde la lactancia exclusiva, pasando por la introducción de nuevos sabores y texturas, hasta la adaptación a una dieta familiar modificada, en un esquema que sigue recomendaciones como las de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Iniciar la ablactación requiere observar ciertos signos de maduración en el niño, además de la introducción gradual de alimentos frescos y apropiados para su edad, evitando productos industrializados, ayuda a evitar riesgos como infecciones o desnutrición. La suplementación de vitaminas y minerales puede ser necesaria en algunos casos. Eventualmente, el destete se convierte en una decisión conjunta entre madre e hijo, idealmente después de los dos años, dado que una lactancia prolongada trae beneficios tanto para la salud del niño como para la madre.
Presentación
Fuentes:
- Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2023, 14 de noviembre). Lactancia materna. https://www.cdc.gov/nutrition/infantandtoddlernutrition/breastfeedin g/index-es.html
- Martínez, A. (2015). Alimentación complementaria y destete. Lactancia Materna. CUAIEED/Facultad de Medicina-UNAM. [destete_u4.pdf]
- Organización Mundial de la Salud. (2023, 2 de noviembre). Alimentación del lactante y del niño pequeño. https://www.who.int/es/news- room/fact-sheets/detail/infant-and-young-child-feeding
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